Paco Cano: “Intuyo que, una vez más la iniciativa particular, dará andamiaje a las industrias que apoyen a los artistas españoles”

Paco Cano, comisario de exposiciones y gestor cultural, viajó a Nueva York por primera vez en 1999 por motivos de trabajo; por aquel entonces dirigía una editora de obra gráfica y trabajaba con artistas americanos o afincados en Estados Unidos como Sol LeWitt, Christo, Alex Katz, Dorothea Rockburne, Donald Sultan, Dennis Oppenheim, Keith Sonnier, etc.

Catálogo de la exposición N.Y. Motion 1.0

En el 2008 comisarió la exposición N.Y. Motion 1.0 para el Instituto Cervantes de Nueva York y con la colaboración del Museo del Barrio. En esta muestra se presentaba la obra de siete artistas españoles afincados en Nueva York: Gema Álava, Teo González, Abigail Lazkoz, José Lerma, Lluis Lleó, Ester Partegás y Fernando Renes.
En N.Y. Motion 1.0  Paco Cano jugaba con varias ideas, “Motion -donde estudiaba la movilidad dentro del ámbito artístico-, Promotion -la idea era promocionar a un grupo de artistas españoles de cierta generación- y Emotion -donde se analizaba la obra de cada artista y cómo había evolucionado al contacto con la cultura y el arte americano”.
Se trataba de darles visibilidad a artistas que apenas aparecen en el contexto neoyorquino, comenta. “Artistas que, paradójicamente, huyen de la etiqueta con denominación de origen pero que necesitan de las instituciones españolas (que les atienden precisamente por su procedencia) para poder desarrollar sus proyectos y poder darse a conocer. Las Instituciones, hasta ahora, se ven desbordadas por la cantidad de proyectos que se les presenta y actúan a salto de mata y de manera improvisada”.

Tras el proyecto en el Instituto Cervantes de NY Paco Cano ha colaborado con el LACF. Fondo de Arte de Latinoamérica y el Caribe del MOMA; ha realizado varios proyectos en el Experimental Studios de Queens, y ha organizado muestras itinerantes por España, Portugal y Chile.
En 2008 comisarió en New York, una exposición que tras haberse presentado en España, itinerará al Museo de la OEA en Washington DC en 2011, después a Santiago de Chile y finalmente irá a Cádiz con motivo de la Capitalidad Cultural Iberoamericana de la ciudad en 2012.

En New York se presenta la obra de artistas españoles y latinoamericanos que viven en Nueva York, “la intención final siempre es la de apoyo impulso a esos artistas, aunque con esa excusa se realizan lecturas como el estudio de la Movilidad en el siglo XXI; Nueva York como ciudad que aún sigue siendo receptora de artistas de todo el mundo; la influencia que la ciudad y, a través de ella, la cultura americana ejercen en la obra de cada uno de los artistas presentados o la adaptabilidad de esos artistas a las leyes de mercado de una sociedad neoliberal donde el Estado tiene una escasa presencia en el mundo de la cultura y las artes”.

Paco Cano se muestra crítico ante la posición de los artistas que vienen a Nueva York y que se ven arrastrados por la vorágine de la ciudad “Hay artistas jóvenes españoles en Nueva York que me envían cada dos días emails en los que anuncian su participación en tal o cual proyecto individual o colectivo. No creo que alguien pueda estar creando obras de calidad a ese ritmo y relacionándose para poder mostrarla. Creo que ese es uno de los problemas de muchos artistas jóvenes en Nueva York. Quieren estar en todos lados, viven la ciudad y sus posibilidades con extrema ansiedad. Se olvidan de crear, de consolidar un discurso serio y fundamentado; no sólo técnicamente sino en cuanto a su base conceptual. Aquí hay demasiadas ofertas y demasiada competencia”.

Paco Cano considera que existe la necesidad de un elemento aglutinante en las Instituciones Españolas en NY que concentre la dirección que se le quiera dar a la presencia cultural española en los Estados Unidos y que vertebre su misión en grupos menores con objetos diversos y con un objetivo común, “es imprescindible entender el lazo cultural histórico que tenemos con los latinoamericanos aquí afincados y con sus instituciones o Fundaciones -por otra parte mucho más desarrolladas, desde lo privado, que las nuestras. Entiendo que la llegada de Guillermo Corral como Consejero cultural de la Embajada puede ser interpretada como una propuesta en ese sentido. Puedo entender la autonomía de gestión cultural del Consulado en Nueva York por la cantidad de iniciativas que concentra, pero no su independencia. De hecho se presentan situaciones de difícil comprensión desde la lógica de acción”.
Paco Cano afirma desconocer si existe algún tipo de relación o colaboración entre instituciones como el Spanish Institute, el Instituto Cervantes o el King Juan Carlos Center, “también desconozco hacia dónde dirigen sus intereses dichas instituciones; aunque en el caso del Instituto Cervantes sé que desaprovecha el inmenso potencial que la población latinoamericana y su presencia en Nueva York supone para el impulso y desarrollo del idioma común. De hecho, instituciones o fundaciones como MoMA, la Fundación Cisneros, NYU u otras que se preocupan y potencian lo latinoamericano y que podrían tener interés en lo español, no se relacionan o apenas han oído hablar del Instituto Cervantes. Como he colaborado con dichas fundaciones, lo he podido comprobar”.

El comisario y gestor no pierde de vista las iniciativas particulares como posible solución a estos problemas de continuidad en la gestión artística “intuyo que, una vez más la iniciativa particular, dará andamiaje a las industrias que apoyen a los artistas españoles”.

Eva Mendoza Chandas

 
 
 

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