El corto dirigido por Lucas Figueroa ha cosechado en año y medio más de 300 premios internacionales.

El pasado viernes 21 de enero el cineasta hispano-argentino Lucas Figueroa recibió en la Academia del Cine de Madrid, de manos de Carlos Cuadros, el director del ICAA, el galardón que le acredita como el autor del cortometraje más premiado de la historia.

Porque hay cosas que nunca se olvidan, el cortometraje escrito y dirigido por Lucas Figueroa y producido por la productora madrileña LMF, ha cosechado en el último año y medio casi 300 premios internacionales, incluidos los de prestigiosos festivales como Tokio, San Sebastián, Berlín, Los Ángeles, Nueva York, Delhi, Lund, Londres, Edimburgo, Buenos Aires, Río de Janeiro, Lisboa, Austin, Estambul o Sydney. Así mismo, también logró la preselección en los Óscar de la Academia de Hollywood y la nominación a los Premios Goya. En total, ha representado a España en más de 500 festivales de todo el mundo.

El corto, interpretado por los conocidos futbolistas italianos Fabio Cannavaro y Amadeo Carboni, narra la historia de venganza de cuatro niños que juegan al fútbol en la calle. Rodada enteramente en italiano en un pueblo de la provincia de Segovia que recrea el Nápoles de los años cincuenta, el cortometraje ha logrado cautivar al público de festivales de todo el mundo por su sencillez narrativa, calidad de fotografía y gran ambientación de época.

Dentro de la dilatada trayectoria como director de Lucas Figueroa destacan dos preselecciones para los Óscar y una nominación al Goya en el año 2009 (precisamente por el corto de marras). Actualmente se encuentra trabajando en tres proyectos de largometraje, uno en Hollywood y dos en España: la comedia negra La franquicia, el drama de acción Médula y el Thriller psicológico La sombra del gigante.