Antonio Muñoz Molina es escritor y miembro de la Real Academia de la Lengua Española. Aunque ya había pasado estancias más cortas en Nueva York mientras impartía clases en CUNY, The City University of New York City, y daba charlas en centros como Bard College, fue su nombramiento como director del Instituto Cervantes en 2004 lo que le llevó a trasladarse permanente a la ciudad. En la actualidad está vinculado a Nueva York debido a su trabajo en el Máster de Escritura Creativa en Español en New York University.

Antonio Muñoz Molina. Fotografía de Sergio Moya.

El autor de «Ventanas de Manhattan» afirma que su traslado fue un proceso gradual en el que influyeron muchos factores: “La ciudad me había seducido siempre, por razones muy diversas, incluso sentimentales». Agrega que uno de los factores más significativos es cambiar de visitante a residente, de profesor ocasional a persona que cumple una jornada entera de trabajo. «Hubo dificultades, pero también mucho aprendizaje”.

Muñoz Molina, que alterna sus estancias en Nueva York con períodos en Madrid, opina que lo mejor de vivir en Nueva York es “la libertad personal, la tolerancia, la diversidad que están en la vida cotidiana y la estimulación sensorial e intelectual permanente”. Su lugar favorito es el barrio donde vive: “Mi barrio, sin duda, la zona del oeste que va de mi calle, la 106, hasta la 116, que tiene en la cercanía el Riverside Park , la orilla del Hudson y el norte de Central Park, tan poco conocido y tan misterioso”.

En cuanto a su etapa al frente del Instituto Cervantes de Nueva York, Molina afirma que fue estimulante pero a la vez agotador: “Aprendí muchísimo sobre la vida americana, sobre el modo cómo se gestiona la cultura en Nueva York, tan distinto al de España”. Se siente especialmente satisfecho de proyectos que lograron que el Cervantes se implicara de verdad y plenamente en la vida de la ciudad, como “el homenaje al Quijote en la NYPL en 2005, llenar St. Patrick’s con un concierto de Tomás Luis de Victoria, organizar un ciclo de conciertos de música española que transmitía en directo la radio del New York  Times, y una exposición de Julio González que tuvo críticas excelentes en el Times y en el New Yorker”.

Molina opina que la sociedad estadounidense es más ágil en comparación con la española, pero también ve en ella un aspecto negativo en cuanto a las diferencias sociales: “Existe a veces un grado envidiable de vitalidad social, no dependiente de la administración. Pero creo que las desigualdades sociales cada vez mayores son un problema muy grave”. En cuanto al mundo académico, Molina asegura no poder contraponer los dos países: “No puedo comparar, ya que en España nunca me han invitado a enseñar, salvo esporádicamente en alguna universidad de verano. El programa en el que trabajo ahora, el master en escritura creativa en español, es un proyecto recién comenzado que está saliendo muy bien. Es un trabajo que me gusta mucho”.

En cualquier caso, el dinamismo social que menciona parece ser contagioso cuando dice: “En Madrid tiendo más a quedarme en casa. En Nueva York me tienta con más fuerza la atracción de la calle”.

Eva Mendoza Chandas

Entrevista realizada para spainculturenewyork.org  del Consulado General de España en Nueva York.