Javier Rubio Nomblot: «Hoy en día, al no existir vanguardias «fuertes», es más llamativa la diversidad, la heterogeneidad, que la coincidencia»

Licenciado en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid en 1989, Javier Rubio Nomblot es crítico de arte y comisario. Miembro del Instituto de Arte Contemporáneo, colabora como crítico de arte con los siguientes medios: ABC Cultural, Guadalimar, ArcoNoticias, Ubicarte.com, Radio Círculo, entre otros. Desde 2009 imparte clases en cursos de postgrado y ha comisariado varias exposiciones en Museos y Centros de Arte como el Museo de Bellas Artes de Badajoz o el MEIAC. Autor de centenares de textos para monografías, catálogos de artistas españoles contemporáneos, enciclopedias, etc., también ha participado en decenas de jurados de premios de artes plásticas y desarrollado labores de asesoramiento para diversas galerías y colecciones.

Este año ha comisariado por primera vez para la feria Art Madrid, que celebra su séptima edición del 16 al 19 de febrero en el Pabellón de Cristal del recinto ferial de la Casa de Campo, los dos programas dedicados al arte más joven:  Young Art, formado por galerías con menos de cinco años que presentan obras de artistas jóvenes, y galerías de más de cinco años que presentan la obra de un sólo artista menor de 40 años, cuyas obras hayan sido realizadas en los dos últimos años; y One Project, un programa formado por galerías que participan con un proyecto específico de un artista menor de 45 años, dispuestos en stands de 10 m2 y en un espacio diferenciado dentro del Pabellón de Cristal.

¿Qué puntos de coincidencia encuentra en las propuestas de los jóvenes artistas?

Hay propuestas muy diferentes y, como escribí en el texto del catálogo, hoy en día, al no existir vanguardias «fuertes», es más llamativa la diversidad, la heterogeneidad, que la coincidencia. Hay, eso sí, varios Solo Projects dedicados al dibujo, precisamente porque el dibujo es más íntimo, más introspectivo, y permite afirmar la individualidad, la diferencia.

Young Art apuesta por consolidar y potenciar el arte joven. ¿Qué diferencias podrá observar el público entre Young Art y la nueva apuesta One Project?

Los stands de Young Art, o bien son de galerías de reciente creación que apuestan por el arte joven, o bien exponen obra de artistas jóvenes, pero no dejan de ser stands como los demás. One Project consiste en la elaboración de un proyecto para un espacio concreto: el stand no es un lugar en el que exponer unas obras, sino que debe convertirse en una obra en sí mismo.

¿Considera que a nivel institucional se está fomentando el arte joven o todavía queda mucho camino por recorrer?

Nada es nunca perfecto, España nunca ha tenido tantos recursos como Suiza y en los últimos dos o tres años, como consecuencia de los drásticos recortes llevados a cabo por las administraciones, las cosas son aún menos perfectas, pero todas las Comunidades Autónomas, a lo largo de las dos últimas décadas, han desarrollado programas de apoyo al arte joven que en unos casos han sido más ambiciosos y eficaces que en otros.

¿Cree usted que en el coleccionismo español hay un vuelco hacia el arte joven?

No soy un especialista en temas de mercado pero, sinceramente, diría que no.

¿A grandes rasgos encuentra usted diferencias entre las propuestas españolas y las de artistas de otros países en el arte emergente?

Como decía al principio, lo normal es que haya siempre diferencias, al no existir movimientos de vanguardia bien definidos y sí una preocupación generalizada por la diferencia, la particularidad, la singularidad, la especificidad, etc. En teoría, los artistas hoy son sensibles a las particularidades culturales que observan y se interesan también por el modo en que éstas chocan con la tendencia a la uniformidad que acarrea la globalización, lo cual produce el llamado «mestizaje», la «hibridación», etc.

¿Podría señalar algún país o continente donde se encuentren referentes de importancia en el arte joven?

Todo sigue proviniendo de los Estados Unidos.

¿Cómo ve el panorama actual del arte en España y en relación con el resto del mundo?

España siempre ha sido un país con grandes artistas, pero situar a un artista en la historia -o en el «mercado», o en el «circuito internacional», si prefiere- es otra cosa. No depende tanto del apoyo institucional -que aquí ha existido- cuanto de la potencia del coleccionismo: son los coleccionistas los que respaldan el valor de un artista y en España no hay un coleccionismo poderoso. Esta deficiencia no es nueva: los artistas de las vanguardias de los años veinte y treinta, por ejemplo, son desconocidos incluso del público español y no están situados en la historia como lo están los italianos o los alemanes, porque nadie ha impulsado nunca sus cotizaciones, nadie ha «invertido» en ellos.

 

Alma Ramas López

 
 
 

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