El escritor argentino Leopoldo Brizuela ha sido galardonado con el Premio Alfaguara de Novela 2012, dotado con 175.000 dólares (unos 133.306 €) y una escultura de Martín Chirino, por la obra “Una misma noche”, presentada bajo el título “La repetición” y con el seudónimo Pickwick. El jurado, presidido por Rosa Montero y compuesto por Montxo Armendáriz, Lluís Morral, Jürgen Dormagen, Antonio Orejudo y Pilar Reyes, ha declarado ganadora la novela por mayoría.
Leopoldo Brizuela. Cortesía de la Editorial Alfaguara.
En esta convocatoria del Premio Alfaguara se han recibido 785 manuscritos originales, convirtiéndose en la convocatoria con más participación en la historia del Premio. En total 785 manuscritos optan al galardón, de los cuáles 307 se han enviado desde España, 143 se han recibido en Argentina, 108 en México, 47 en Colombia, 31 en Estados Unidos, 25 en Chile y 25 también en Ecuador, 23 en Perú y 16 en Costa Rica, Panamá y Nicaragua. También en Uruguay se han recibido 14 originales, 12 en Guatemala y Honduras, 9 en El Salvador, 8 en Venezuela y 8 también en Bolivia, 5 en la República Dominicana y 4 en Paraguay.
Leopoldo Brizuela nació en 1963 en La Plata, provincia de Buenos Aires, Argentina. Estudió Letras en la Universidad de La Plata. Es narrador, poeta y traductor. Su primera novela, “Tejiendo agua”, escrita a los diecisiete años, obtuvo el Premio Fortabat 1985. “Inglaterra. Una fábula” ganó el Premio Clarín de Novela 1999 y el Premio Municipal de la Ciudad de Buenos Aires, y fue publicada en varios países, con reseñas consagratorias en medios internacionales como “Le Monde”, “El País” y “La Folha de São Paulo”.
Fue escritor residente del Banff Center For the Arts, Canadá; del International Writing Program de la Universidad de Iowa, y recibió el subsidio de la Fundación Gulbenkian de Lisboa para el estudio de la cultura portuguesa. Colabora habitualmente en los diarios “Clarín” y “La Nación”, y coordina talleres de escritura creativa.
“Una misma noche” cuenta la historia de Leonardo Diego Bazán, escritor en la cuarentena, que regresa a la casa de sus padres para cuidar de su madre viuda. Un día es testigo del asalto de la casa de sus vecinos por parte de las fuerzas del orden, y el incidente abre el dique de sus recuerdos: en el año 1976, esa misma casa sufrió otro ataque. Entonces vivían allí los Kuperman, Leonardo contaba 13 años y Argentina estaba sumida en el terror de la Junta Militar.
El suceso originó una huella imborrable en la memoria del adolescente, sobre todo al descubrir el papel que jugó su padre en todo aquello. Leonardo empieza a escribir una novela con la intención de rescatar y exorcizar un pasado que había querido olvidar. Sus pesquisas se centran en la figura de Diana Kuperman, quien, durante esa época de terrorismo de estado, sufrió tortura psicológica.
Así pues, el relato, mediante un diálogo constante entre los años 2010 y 1976, sirve de indagación y purga de una de las etapas más tenebrosas de la política argentina, reflejando, sin un ánimo maniqueo, tanto a las víctimas como a los verdugos.
El Premio Alfaguara de Novela se ha convertido en un referente de los galardones literarios de calidad otorgados a una obra inédita escrita en castellano. Su proyección en todo el ámbito del idioma español ha propiciado una difusión internacional de primer orden, apoyada por la edición simultánea de las obras ganadoras en España, Latinoamérica y Estados Unidos.
Todos ellos tuvieron una difusión intercontinental y presentaron sus obras en casi todos los países de habla hispana a lo largo del año de promoción. Además, la novela ganadora se distribuye simultáneamente en 19 países de habla hispana, llegando a más de 400 millones de hispanohablantes.
Fuente: Editorial Alfaguara
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