La galería madrileña Arnés y Röpke presenta desde hoy y hasta el 30 de abril «Faith in a Seed», la primera exposición individual del artista británico Rob Carter en la galería. Rob Carter utiliza fotografía, animación stop-motion y vídeo time-lapse para destacar edificios y su cambiante importancia política e histórica.
Temas arquitectónicos e historias son inventados o modificados mediante fotografías de edificios específicos, pueblos y paisajes recortadas y manipuladas digitalmente. Este proceso simula trayectorias de desarrollo urbano y recontextualiza tradiciones culturales como el deporte y la religión. La interacción de la vida de las plantas con estas estructuras fotográficas representa la fuerza incontenible de la naturaleza de la que nuestros edificios intentan protegernos, así como la temporalidad y la fluidez del entorno que habitamos.
Rob Carter nació en Worcester, Reino Unido y vive y trabaja en Brooklyn, NY. Recibió su Licenciatura en Bellas Artes por la Escuela Ruskin de Dibujo y Bellas Artes, Universidad de Worcester, Oxford University Oxford, Reino Unido, y su Master en Bellas Artes en el Hunter College de Nueva York.
Su trabajo ha sido presentado en numerosas instituciones en todo el mundo, y más recientemente con un solo-commission para el nuevo trabajo otorgado por Art in General, Nueva York. Sus obras también han sido incluidas recientemente en exposiciones en el Museo Field de Chicago, De Vishal en Haarlem, Países Bajos, y Centrum Festiwalowe en Lodz, Polonia, entre otros. Sus obras también se presentaron en el 8° Festival Internacional de Vídeo de Busan en Busan, Corea, y el 18° Festival de Cine de Animación de Stuttgart en Stuttgart, Alemania.
Reflexiones sobre «Faith in a Seed» de Rob Carter, por Anne-Marie Melster, crítica y comisaria de arte independiente, co-fundadora de ARTPORT_making waves:
«El proyecto «Faith in a Seed» está basado en tres diferentes proyectos de vida y sus acercamientos a la historia y la ciencia: Down House de Charles Darwin, la cabaña de Henry David Thoreau en Walden, y Rothamsted Manor de Sir John Bennet Lawes, con el fin de reflexionar sobre las diferentes maneras posibles de construir una filosofía de vida.
Sin embargo este texto se centra en la hipótesis de que el libro «Walden» de Henry David Thoreau es probablemente el ejemplo más significativo en la literatura para una vida positiva y respetuosa hacia la naturaleza y en general.
«Debemos aprender a volvernos a despertar, y a mantenernos despiertos, no con ayuda mecánica, sino por medio de una infinita espera de la aurora, que no nos abandone en nuestro sueño más profundo. No sé de un hecho que anime más que la incuestionable capacidad del hombre para elevar su vida gracias a un esfuerzo consciente. Es algo poder pintar un cuadro, o esculpir una estatua, y de esa forma hacer bellos unos pocos objetos, pero mucho más glorioso es esculpir y pintar la atmósfera a través de la cual miramos, cosa que podemos realizar moralmente. La más elevada de las artes consiste en alterar la calidad del día. Todo hombre tiene como tarea hacer su vida digna, hasta en sus menores detalles, de la contemplación de su hora más elevada y crítica. Si rechazáramos o agotáramos una información tan mezquina como la que recibimos, los oráculos nos informarían claramente acerca de cómo podría hacerseesto.» (1)
Rob Carter está enamorado de la naturaleza, con la animación stop-motion y vídeos time lapse, documentando el proceso evolutivo del fenómeno de la construcción urbana y su impacto histórico y cultural creando un ecosistema artístico. Su proyecto nos lleva a un viaje por el tiempo.
Una cabaña en el bosque en el siglo XIX, un escritor contemplando el papel del ser humano en la naturaleza, su impacto y capacidad de sembrar en vez de destruir, de vivir en sincronía con la naturaleza, cohabitando en vez de conquistando el medio ambiente y de esta manera siendo partícipe de una creación positiva lo que le lleva a alcanzar la felicidad, siempre cuestionando las metas del mundo moderno. Esto suena como una utopía y quizás el hecho de que Thoreau abandonó el bosque a fin de cuentas (a pesar de que fue concebida como una excursión) apunta al hecho de que la humanidad siempre estará en la búsqueda de la felicidad total sin realmente alcanzarla al final. Pero esta experiencia y el libro ayudan al hombre contemporáneo a cuestionar su propia postura y a ajustarla, si es necesario.
El desarrollo urbano es muy importante para la definición y el bienestar de la sociedad contemporánea, pero – y exactamente esto es lo que nos explica «Faith in a Seed» – la naturaleza es más fuerte que la acción humana: El calor extremo que lleva a la desertificación, inundaciones extremas y huracanes que destruyen barrios enteros y paisajes, procesos naturales que simplemente someten los resultados de la acción humana en un pestañeo: Nada es más poderoso que la naturaleza, lo que se ha comprobado recientemente a través de desastres naturales en todo el mundo.
Y esta conclusión lleva a otra importante en el contexto contemporáneo de «Walden» y el proyecto de Carter: La fe y el esfuerzo consciente son parámetros fundamentales para un camino exitoso, en referencia al hecho de que todo ser humano tiene la opción de vivir una vida respetuosa y sostenible, una vida consciente decidiendo de manera consciente y voluntaria sobre el camino que hay que tomar.
«Si un hombre tiene fe, cooperará con igual fe en todas partes; si no tiene fe, seguirá viviendo como el resto del mundo con quienquiera que se junte.» (2)
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1 Henry David Thoreau: «Walden», Boston,1882, p. 142
2 Ibid., p.114
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