El Salón del libro de París ha ratificado Barcelona como ciudad literaria por excelencia a nivel europeo. Los autores catalanes han despertado un gran interés en el público francés, que ha recibido con los brazos abiertos las actividades organizadas desde el stand de Barcelona.
Eduardo Mendoza en el Salón del libro de París. Cortesía de IRL.
En sólo 3 días, entre el viernes y el domingo, más de 2.000 personas se han acercado al stand a comprar las obras de los autores catalanes que se presentaban, con un gasto total de 45.000 euros -unos 22 euros por persona-. A estas ventas habría que sumar las que se hayan producido en los stands de las editoriales durante las firmas de libros de los autores catalanes. Cabe destacar, también, que más de 1.500 personas han asistido a los 43 actos organizados por el Institut Ramon Llull. Por el salón han pasado más de 190.000 visitantes a lo largo de los cuatro días, lo que supone un incremento de un 3% respecto de la edición anterior.
El valor de las marcas Barcelona y Catalunya ha resultado claramente un factor multiplicador, así como la presencia de autores en catalán y castellano reconocidos en el mercado francés. Juan Goytisolo, uno de los autores más solicitados por el público francés, elogió la obra de Mercè Rodoreda comparándola con el gran clásico francés, Gustave Flaubert.
La presencia en París ha consolidado también las complicidades entre autores franceses y catalanes, así como entre agentes, traductores y editores de ambas culturas. Un total de 31 autores franceses, entre ellos Mathias Énard, Laurent Binet o Philippe Ségur, han participado en los actos organizados por el IRL, lo que ha permitido una mayor conexión con el público local.
El stand de Barcelona ha recibido la visita de destacadas autoridades francesas, encabezadas por el presidente de la República Francesa, François Hollande, que asistió el día de la inauguración junto con la ministra de Cultura Aurélie Filippetti. También se acercaron el alcalde de París, Bertrand Delanoë, el ministro del Interior francés, Manuel Valls, el presidente de la República Dominicana, el ministro de cultura de la ciudad de Buenos Aires y el presidente-director general de la FNAC, entre otros.
En un momento de crisis como el actual, la excelente acogida de los autores catalanes en el mercado francés no hace más que confirmar el gran nivel cualitativo y competitivo de la literatura catalana contemporánea, desde novelistas como Cabré, Sánchez Piñol, Palol o Puntí, hasta autores de novela negra como Marc Pastor, pasando por autores de cómic como Arnal Ballester o Miguel Gallardo, así como la de nuestros clásicos ─ Plan, Rodoreda o Maria Mercé Marçal ─, de los cuales han aparecido novedades durante el Salón.
Tras la participación como invitados de honor a la Feria del Libro de Frankfurt 2007, París 2013 era un gran reto en un mercado prioritario como el francés que, con los números en la mano, podemos afirmar que ha sido del todo exitoso.
Por todo ello, la presencia de Barcelona como ciudad literaria invitada a París supone la visualización en Europa de la literatura y la cultura catalanas más importante después de la Feria del Libro de Frankfurt en 2007.
Y en esta línea, en 2014 está previsto un significativo foco de literatura catalana en la feria editorial más importante de los países nórdicos, la de Gotemburgo. Igualmente, se está negociando con la Feria del libro infantil y juvenil de Bolonia (Italia) la posibilidad de que en 2015 o en 2016 los autores e ilustradores catalanes sean los invitados de honor.
Fuente: Institut Ramon Llull
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