Ernesto Escamilla 

Dentro del llamado arte contemporáneo -que es cómo se temporiza el arte creado desde la segunda mitad del siglo XX hasta la actualidad-, el arte conceptual ha tenido un claro papel protagónico, y aunque es una expresión artística totalmente legitimada por la historia del arte, el arte conceptual hoy todavía no es entendido por algunos dentro de su papel en la evolución del arte, señalándolo como carente de sentido artístico, o producto de la frivolidad entre otras razones.

Como sabemos el arte conceptual es aquel fundamentado en la idea o concepto que el artista le da a la obra, empleando materiales o medios tradicionalmente no considerados artísticos que sirven solo como herramientas de expresión sin dar prioridad a la forma estética. La historia nos dice que el arte conceptual tiene sus antecedentes a principios del siglo XX con movimientos artísticos como el Dadaísmo caracterizado por su rechazo a los cánones del arte tradicional, incluso en el Surrealismo donde se expresa una nueva visión de la realidad producto muchas veces del inconsciente o los sueños del artista.

Al artista francés Marcel Duchamp es a quien se le ha considerado padre del arte conceptual por su papel y proyección en este ámbito; una de sus obras emblemáticas es La Fuente, de 1917, un urinario cerámico del que diría más tarde: “Les tiré el urinario en la cara y ahora lo admiran por su belleza estética”. Sin embargo, el desarrollo y propagación del arte conceptual se da a partir de la segunda mitad del siglo XX, en unos años sesenta en que comenzó a tener mayor notoriedad hasta convertirse, todavía en la actualidad, en el mayor referente del arte actual.

Claro está que la apreciación del arte es subjetiva, pero dentro de la historia del arte los movimientos y estilos artísticos están legitimados por diversas cuestiones como ocurre con el arte conceptual. A continuación expongo algunas de ellas:

En la historia del arte su evolución siempre se ha visto reflejada por los cambios, trasformaciones o rupturas a lo establecido, lo que ha abierto nuevos caminos en el arte; así ocurrió por ejemplo con el impresionismo, el cubismo o el arte pop, y así ocurre con el arte conceptual que revolucionó lo que era considerado como artístico, además de abrir el panorama a nuevas disciplinas o manifestaciones artísticas como lo son la instalación, el arte objeto, el arte encontrado o readymade, el performance, el videoarte, entre otras; inclusive cada una con subgéneros estilísticos o movimientos como el happening, fluxus, trash art, arte povera, land art, entre muchos otros.

Claro está que todo arte al ser una sublime creación del talento humano se ve influenciado por las propias cualidades del artista como su creatividad, técnica o intelecto, pero también por su contexto en que está inmerso, como lo son las condiciones del entorno, las ideologías, o referencias. En este sentido, por ejemplo, surgieron definidos estilos artísticos como el arte medieval o el barroco, cargados de simbolismos, cánones y temáticas definidas. O como lo fue el arte del expresionismo alemán, influido por las ideologías y la situación política de su tiempo. En este sentido el arte conceptual está inmerso en el contexto de su época, al surgir en el siglo XX al par de profundas trasformaciones socioculturales, la búsqueda de libertades y derechos igualitarios, la globalización, el impacto de los nuevos medios de comunicación, el avance de la ciencia y la tecnología, etc., siendo un arte que por primera vez da prioridad a la idea antes que a la estética de la forma, siendo así un arte intelectual sujeto a la creatividad e inteligencia del pensamiento, en una libertad de temas, reflexiones, criticas y proyecciones.

El arte en general, al no ser una ciencia, en la académica artística se ha regido por el estudio de lo que ha trascendido en la historia. Así mismo, en el mundo del arte no existen autoridades formales globales que lo dictaminen a diferencia de otras actividades humanas como la ciencia, la política o la economía. En la actualidad el arte trascendental está legitimado en los museos ya sean públicos o privados de todo el mundo, lo cual ocurre con el arte conceptual, al estar presente sin excepción en los museos de arte contemporáneo más importantes de todos los países. Así mismo es de señalar que todo arte no está exento de su comercialización, y el arte conceptual no es ajeno a ello, siendo promovido por importantes participantes del llamado mercado del arte, algunos teniendo gran influencia, como las grandes galerías, prestigiadas casas de subastas, influyentes medios de comunicación en la materia, o los propios coleccionistas. En su comercialización, el mal manejo que se haga del arte es una cuestión ajena a su sentido artístico, ya que en su detrimento puede ser objeto de la frivolidad, el espectáculo o la especulación, como puede ocurrir con cualquier otra actividad humana.

También es de señalar que para algunos el sentido del arte conceptual ya en el siglo XXI estaría agotado al considerar que ha perdido su origen transgresor de sus inicios, al ser muchas de las nuevas obras repeticiones, imitaciones o reinterpretaciones de las obras de otros artistas conceptuales del pasado. Mientras que para otros el arte conceptual en este siglo todavía seguirá vigente al estar fundamentado en las ideas, lo cual naturalmente nunca tendrá límites, siendo sus variadas manifestaciones como la instalación o el arte objeto, otras más a las tradicionales como la pintura o la escultura que han perdurado durante siglos. Esto nos lleva a recalcar que el arte nunca ha sido el medio, la forma o la herramienta, sino el contenido que se expresa.

Finalmente algo nuevo que revolucione el arte en lo que llevamos del siglo XXI todavía no está claro. Para algunos la diversidad que ofrece el arte digital en todas sus manifestaciones abriría un inmenso panorama al par del rápido y continuo avance de la tecnología; sin embargo, para otros ese campo está considerado un camino aparte de las artes visuales, como ocurre con el cine. ¿Cuál será el siguiente paso del arte en el siglo XXI?

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Ernesto Escamilla es artista visual emergente y también escribe sobre los antecedentes y contexto del arte contemporáneo en su blog: http://blogdeartecontemporaneo.wordpress.com/

Imagen: One and Three Chairs (Una y tres sillas), Joseph Kosuth. Imagen cortesía de MNCARS.