Esta serie, integrada por 33 obras sobre papel, se ha realizado a partir de la estampación de tres matrices grabadas con punta seca. En cada una de ellas está dibujada una de las siguientes palabras: palabra, tiempo y deseo. A partir de la estampación, se ha buscando acercar a -o dibujar sobre- cada palabra su posible consonancia en imagen. Aun sabiendo que entre cada palabra y cada imagen hay una danza de infinitas posibilidades, Laura Lio ha seleccionado las que nacían desde dentro de su vocabulario visual.
© Laura Lio
La artista ha buscado el modo de dibujar escribiendo y escribir dibujando, acercando el significado de cada palabra a posibles imágenes. Y a partir de ahí aproximar el acto de nombrar y de mostrar el lugar donde ambos podrían converger.
Al finalizar la serie Laura Lio ha estampado las tres matrices sobre la misma hoja, dibujando o creando imágenes solamente con la superposición de las tres palabras, provocando que estas palabras se transformen en dibujo y el dibujo, a su vez, en palabras. Cada obra sobre papel está realizada con una técnica mixta entre estampación en tórculo, dibujo, acrílico y collage.
La exposición ha sido organizada por la Fundación José Félix Llopis y el Ayuntamiento de Cádiz.
Entre el rumor y la memoria
Reproducimos a continuación el prólogo del catálogo, escrito por Miguel Fernández-Cid y titulado Entre el rumor y la memoria:
«Sobre papel, los artistas suelen trazar los primeros rasgos para dar forma a ideas incipientes. Que se trate de un medio económico ayuda, pero también, y quizá más, que su aparente fragilidad convine bien con los objetivos del boceto, de la búsqueda, del apunte. El pintor traza unos rasgos que resumen la composición, que fijan una idea, o plantea estudios y posibilidades de color. El escultor, por el contrario, actúa directo sobre el papel, buscando señalar volúmenes, declarar la intención de su propuesta: no creo que sea consciente de la fragilidad del medio.
Laura Lio dibuja y hace apuntes sobre papel, pero lo utiliza como si fuera un material sólido. Se aprecia, por ejemplo, en Tiempo/Deseo/Palabra, la serie de monotipos intervenidos que arranca en 2001, cuando incluye el término Palabra en un dibujo, iniciándose un proceso de reflexión sobre las posibilidades de dar forma e intención a conceptos que la escultora sabe cargados de sentido. Queda constancia en las primeras estampaciones, sobre las que vuelve en 2010, añadiendo dos vías más, en torno al Tiempo y al Deseo.
Palabra es juego, multiplicidad de sentidos, se encierra en sí misma y en sus semejantes, es una y contiene todas, transformándose en imagen, de apariencia frágil pero evocadora. Deseo es laberinto y florece, es uno y dos al mismo tiempo, es sensualidad y firmeza, alegría y sin duda ausencia. El tiempo crece, se extiende y se agota, dejando siempre huella, un trazo delgado o una presencia nítida.
En 2001 son palabra y jeroglífico, telas de araña, siluetas, textos de Borges y situaciones meándricas. Todo tiene el ritmo y el color de la memoria, sin los detalles y la policromía del presente. Imágenes-manifiesto, resumen y encuentro. Las realizadas a partir de 2010 son investigación, tienen mucho de preguntas, incluso de confesiones, y llegan a trazar una especie de diario emocional. Desnudo, a veces drástico, siempre poético y con unas claves que caracterizan el trabajo de su autora, como son el gusto por crear climas de misterio, de emoción contenida, como si nos mostrase el camino para llegar a un lugar o una confesión que nunca es explícita. En lo técnico, pocos medios, una situación de partida que se repite, sobre la que se plantean pequeñas pero claves variaciones. No estamos ante una artista que busque crear un vendaval de imágenes sino mostrarnos una forma de acercarse a la realidad, que con frecuencia es sensual y de claves personales. Tal vez sea ése el rasgo al que permanece más fiel: entremezcla como pocos el sentido cálido de sus imágenes con un pensamiento firme, autocrítico.
Volvemos a la serie Tiempo/Deseo/Palabra. En las primeras imágenes, juega con el término como fondo y entrelaza otra trama; en las últimas, se unen las tres. Laura Lio confiesa que ha vuelto sobre la serie cuando ha creído tener una imagen distinta, quizá una emoción cuya fuerza le pide ser reflejada en imagen. Viendo el conjunto, tiene aire de campo abierto, de cuestión pendiente, de parada, de espacio propio. El punto de partida es la estampación de una matriz de cinc donde están grabadas cada una de las tres palabras, con escasa variación de tamaño, y el corte recto de las letras, que elimina la posibilidad de variación por gesto o grosor, pueden ser vistos como detalles propios del dibujo de un escultor. Son papeles pero podrían ser placas de metal, que se perforan y cosen, aunque en otras ocasiones se introduce el matiz de una leve trama ornamental. Quizás necesiten desplegarse juntos en un espacio para ser conscientes de su condición escultórica; sin duda, mostrarán que están hechas con intensidad y mucho despojamiento. No son apuntes, no son bocetos: son afirmaciones, la constatación de una cuestión pendiente. Tiempo, Deseo, Palabra. Entre el rumor de la pregunta y la certeza de dar vueltas a la memoria».
Fuentes: Laura Lio / Castillo de Santa Catalina
Título de la exposición: Tiempo / Deseo / Palabra
Sede: Castillo de Santa Catalina
Ciudad: Cádiz
País: España
Fechas: Del 15 de julio al 27 de octubre de 2013
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