SEMA D’ACOSTA / Sonia Espigares

Las fotografías de Sonia Espigares (Sevilla, 1987) tienen la capacidad de vincular al hombre con la Naturaleza de un modo extraño y desajustado. Aunque en sus imágenes todo parece normal e incluso apacible, cuando las miramos con detenimiento advertimos en ellas algún detalle que nos conturba, cierto matiz inesperado que al ser desvelado, nos invita a sondear la escena de nuevo con curiosa atracción. Realizadas en zonas urbanas que suelen pasar desapercibidas o están apartadas de los lugares habituales de tránsito, el hombre es contemplado en estas postales cotidianas como un ser introspectivo que vaga solitario o cavila sobre sus circunstancias. En muchos casos, reflejan momentos de ocio, una dimensión moderna opuesta al trabajo que ha ido progresivamente creciendo y hoy ocupa un papel fundamental en la sociedad, cada vez más indolente y menos activa.

En estas instantáneas de cuidada composición, el paisaje resulta amplio y absorbente. De algún modo asimila a los que deambulan por su espacio como si fueran parte de él. Al verlas viene a la memoria la pintura inquietante de Edward Hopper, cuadros donde las figuras humanas parecen estáticas y el silencio de los protagonistas nos habla de la soledad e incomunicación de la ciudad actual, una característica cada vez más pronunciada del hombre contemporáneo. Ante ellas, tenemos la sensación de estar observando una acción suspendida en el tiempo que nos permite atisbar con mirada de voyeur fotogramas de una vida ajena, un trance cualquiera de una narración que no conocemos y debemos imaginar. Sus enigmáticas imágenes, poseedoras de un alto componente cinematográfico, se nos muestran tan bien confeccionadas como una misteriosa secuencia de David Lynch o una fotografía de Joel Sternfeld. Todo está en su sitio y cada personaje, por insignificante que sea su posición en el encuadre, ocupa el lugar adecuado.

Su obra retrata el pulso de nuestro época desde un punto de vista casi existencial, una cosmovisión que mezcla esperanza, melancolía, desamparo o recogimiento como hace, por ejemplo, la literatura de Ernesto Sábato o el cine de Michael Haneke. Aunque pudiera parecer que el trasfondo de sus series posee algo nihilista, lo que de verdad trasminan estos fragmentos de realidad son emociones contenidas relacionadas con el ser humano y su modo de estar en el mundo. Espigares ni juzga ni evalúa, simplemente escruta manteniendo la distancia necesaria para convertir la discreción en asepsia, una actitud humanista que coloca al prójimo en el centro de su trabajo, cabalgando de lo particular a lo general para a partir de estos retales fortuitos obtener un cuadro general del estado de desconcierto y desamparo que vivimos en estos difíciles tiempos. De hecho, oteada desde la lejanía la situación que envuelve a cada individuo de nuestro alrededor, descubrimos que no somos más que minúsculos sujetos vulnerables sumidos en rutinas insustanciales ejecutadas de forma desapasionada día tras día, experiencias anodinas que definen nuestra verdadera condición por encima de lo que aparentamos ser.

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Sonia Espigares (Sevilla, 1987) ha estudiado fotografía artística en la Escuela de Arte de Sevilla. Se ha incorporado recientemente a la nómina de artistas de la galería Rafael Ortiz.

Sema D’Acosta (Gerena, Sevilla, 1975) trabaja como crítico de arte y comisario independiente. Es profesor de Comunicación, Realización y Producción, así como director del curso ‘Comisariado y Desarrollo de Proyectos Expositivos en Arte Contemporáneo’ que organiza la Fundación Valentín de Madariaga – MP (Sevilla). También colabora con la asignatura ‘Crítica de Arte’ de Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla.

Como crítico de arte es colaborador habitual de El Cultural, suplemento semanal de El Mundo, el periódico Diario de Sevilla  y el portal web Arte-Contexto. Ha editado varios libros especializados sobre arte contemporáneo, el último Stand By_012. Guía de fotografía andaluza actual (2012), además de haber escrito ensayos sobre múltiples artistas, entre otros Per Barclay, Martin Kippenberger, Jack Pierson, Luis Gordillo, Carlos Aires, Ignacio Tovar, Juan del Junco, Matías Sánchez o Cristina Lama.

Como comisario ha sido responsable de diferentes proyectos expositivos en los últimos años, entre otras sendas muestras monográficas de Santiago Ydáñez, Ángel Marcos, Dionisio González y Miki Leal. También ha organizado varios proyectos de tesis, destacando la colectiva AFTERPOST. Más allá de la fotografía (2010), MUNDOS PROPIOS. Perspectivas y variaciones de la fotografía andaluza actual (2012) o NUNCA JAMÁS. Historias de niños para adultos (2013).

Imágenes:

01 Paseo de perros, 2010
02 Niños en el río, 2012
03 Operarios, 2012
04 Arboleda, 2012
05 Juegos II, 2011
06 Flores, 2012
07 Tickets, 2012
08 ST, 2011
09 Tubular, 2011
10 La pared, 2011
11 ST, 2011
12 Arroyo, 2012
13 Estación, 2012
14 Postal, 2011
15 Hogar, 2012
16 Aterrizaje, 2013
17 6.00 a.m., 2013
18 Camino, 2012
19 La ola, 2011
20 Paisaje de montaña II, 2011

 
 
 

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