CARLOS JIMÉNEZ / Veronika Marquez

Carlos Jiménez

El desdoblamiento humano es un filón inagotable y antiquísimo. En el mundo arcaico y en la Antigüedad se confundía con la metamorfosis: en Zeus convertido en cisne y o en Pasifae convertida en vaca deseante. Y todavía en el Medioevo el hombre se metamorfosea en lobo y el demonio o la serpiente mortífera en una joven fatalmente seductora. Pero con Jean Paul el desdoblamiento ingresa  en la Edad Moderna y es presa de su esquizofrenia característica. En el Doppeltgänger – el doble «que camina al lado» en su novela – es un gemelo malvado, que anticipa el desdoblamiento de la psiquis moderna en el otro que siendo parte de sí mismo al yo le resulta ajeno, extraño, amenazante. La creencia en el carácter nefasto de la aparición del doble alcanza el paroxismo en el Doctor Jekyll and Mister Hyde de Robert Louis: la paranoia que garantiza la unidad del yo está perpetuamente asediada por la esquizofrenia que viene a escindirla sin remedio.

Veronika Marquez se inscribe en esta tradición y la innova. Ella fue una prostituta exitosa y ahora es una artista, que lo es porque ha convertido su pasado de prostituta en su doble, en la gemela que fotografía obsesivamente estando con ella o cuando camina a su lado. Como en la novela de Jean Paul. Sólo que ella no asume a esa doble de sí misma como un peligro ni como una deprimente amonestación moralista. Bien sabe ella que los hombres de carne y hueso, a quienes en tantas ocasiones ha saciado los deseos, no encajamos para nada en ese ideal de perfección moral que, como indicó Nietzsche, no es más que la sublimación de la impotencia.

¿Pero cuál es su obra? Si esa interrogación pregunta por un catálogo al uso de obras heterogéneas y variadas equivoca el blanco. Veronika Marquez es de la estirpe de James Lee Byars: su obra son variaciones de una sola obra, que no es otra cosa que ella misma siempre desdoblada en la otra. O refinando aun más la filiación: su obra evoca la de Gilbert and George, quienes, aunque en stricto sensu no son otra cosa que una pareja artística y sentimental, en el plano imaginario son dos gemelos que caminan uno al lado del otro, mientras realizan una obra que consiste en variaciones interminables en torno a esa doblez. Quienes amamos en música al serialismo y singularmente al interminable piano minimalista de Michael Nyman amamos la obra de Veronica Marquez y su otra. Quizás porque, paradójicamente, ella trae alivio a nuestra paranoia.

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Carlos Jiménez es crítico de arte y curador independiente. Profesor de Estética de la Universidad Europea de Madrid. Autor de Extraños en el paraiso y Los rostros de Medusa. Ha realizado estudios sobre la retórica fotográfica. Su blog es http://elartedehusmeardecarlosjimenez.blogspot.com.es/

Veronika Marquez (Montevideo, 1979), formada en la danza y en el teatro, es una artista multidisciplinar. Vive y trabaja entre España y Nueva York, donde realiza performances, fotografía y video. Su obra es una recreación de distintas realidades, a veces de un modo dual, en las que la propia artista es la protagonista de las historias que pretende mostrarnos y en las que interpreta a distintos personajes, probablemente en búsqueda de una identidad propia.

Imágenes:

01. Retratos de Mujer
02. Espacio
03. Retratos de Mujer
04. Camila I
05. Camila II
06. Camila V
07. Still videos
08. Montevideo-barrio Sur
09. Montevideo-Clinicas
10. Montevideo-Isla de Flores II
11. Still Espejo II
12. Performance Visual
13. Performance
14. Mi última cena
15. Still Photovideo Mi ultima Cena
16. Still Photovideo Mi ultima Cena
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
 
 

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