‘Crise de identidade’, comisariada por Ángel Calvo Ulloa, en el Museo Fundación Eugenio Granell

El Museo Fundación Eugenio Granell de Santiago de Compostela ha inaugurado la exposición Crise de identidade, comisariada por Ángel Calvo Ulloa y compuesta por obras de Eugenio Granell, Din Matamoro, Kepa Garraza, Alain Urrutia, Fermín Jiménez Landa, Diego Vites, Kurt Schnitzer (Conrado), Nacho Martín Silva, Tamara Kuselman y Damián Ucieda. Crise de identidade echa mano de una serie de artistas plásticos que desarrollan en sus obras su visión de la identidad propia o colectiva.

ulloa_xtrartImágen cortesía de Ángel Calvo Ulloa

Adjuntamos a continuación el texto que con motivo de la exposición ha escrito el propio Calvo Ulloa:

«El dominio que ciertos agentes detentan sobre nuestro anonimato se ha desmoronado, amparado en primer lugar en aspectos de seguridad ciudadana, en un momento en que los peores presagios se han hecho realidad, y donde la necesidad de pasar desapercibidos se ha convertido en tarea imposible. La muestra supone una profunda reflexión sobre el origen del individuo como construcción social, o la imagen que proyectamos al exterior y en la que inesperadamente no nos reconocemos.

La Uno, ninguno y cien mil es una obra adscrita a la tendencia surrealista de Pirandello. Un ejercicio de psicoanálisis en que el individuo cambia de repente su vida cotidiana por unas situaciones que nos acercan a lo onírico. No ha sido casual esa influencia repentina ya que el Manifiesto Surrealista de Bretón estaba relativamente reciente y porque la tendencia de Pirandello hacia el Teatro del Absurdo echaba mano directamente de la obra de Alfred Jarry. Por otra parte, la disolución de las formas como también veremos antes y después en Nikolai Gogol, Franz Kafka o Philip Roth verán en esta obra de Pirandello claras muestras de continuidad.

Crise de identidade echa mano de una serie de artistas plásticos con los que mostrar diferentes trabajos en los que los autores desarrollan su visión de la identidad propia o colectiva. Así, artistas como Din Matamoro (Vigo, 1958) o Fermín Jiménez Landa (Pamplona, 1979) analizan mediante el autorretrato y la autobiografía la imagen que proyectan ellos mismos al exterior. Matamoro utilizó a finales de los ochenta una serie de autorretratos fotográficos realizados en Nueva York sobre los que realizó añadidos y modificaciones con la firme intención de mostrar un yo diferente en cada uno de ellos. Fermín Jiménez Landa utiliza biografías de diversos personajes históricos para hacerse huecos diferentes y descabellados mediante los cuales generar una identidad difusa y en clave de humor para un personaje indeterminado. Así, de Julio Iglesias a Pio XII o de Pablo Picasso a Jesús Hermida, Jiménez Landa pasa a ser el protagonista de las vivencias más improbables.

Alain Urrutia (Bilbao, 1981), Kepa Garraza (Berango, 1979), Nacho Martín Silva (Madrid, 1977) y Diego Vites (O Grove, 1986) parten de la idea de la pintura-pintura. Urrutia extrae fragmentos de instantáneas, puntos de intensidad de la fotografía en los que se concentra la fuerza del retrato. Su gama cromática basada en los negros y blancos provocan en el espectador una distancia mayor de la ya implícita en el carácter de los retratados. La imagen del lobo retoma el homo homini lupus est y los planos monocromos nos hablan de lo oculto. Garraza utiliza su figura para crear un Garraza diferente, un artista nacido en 1953 al que el mundo del arte le ha abierto sus puertas de par en par, así sus retratos con celebridades muestran la senda de un personaje llamado a ocupar un lugar destacado en la historia. Nacho Martín es un pintor de corte, un artista obsesionado por el poder que ostentan los retratados y por la pintura de cámara. Por la idea de la pintura como gesto que inmortaliza al individuo. El retrato se fragmenta con la intención de descifrar la identidad del extraño que presidía el despacho de Adolf Hitler en Munich. Diego Vites busca el aislamiento del retratado. Parajes inhóspitos en los que sus personajes o él mismo muestran serios problemas de comunicación con el entorno. Sus retratos se caracterizan por la viveza de los colores, por la riqueza de la paleta con la que son efectuados. La pintura ejerce un papel muy importante cuando el carácter del personaje depende enteramente del trabajo del pintor.

Tamara Kuselman (Buenos Aires, 1980) y Damián Ucieda (A Coruña, 1980) presentan un trabajo basado en el desconocimiento del otro y en las múltiples interpretaciones de los comportamientos humanos. En Ten in a line, Kusleman presenta a diez individuos de los que el espectador comienza a recibir datos hasta descifrar detalles de la vida privada de cada uno. Se produce un estado de confusión que va despejándose según pasan los minutos, aunque en ocasiones no tengamos la certeza de nada de los que se nos está contando. Ucieda presenta una de sus ya características situaciones creadas en las que el protagonista termina por sentirse un extraño, ofreciendo una escena confusa y, cuya interpretación, nuevamente despierta una incógnita. El vidrio de la cabina actúa a modo de urna tras la cual se preserva una identidad en torno a la cual parece no estar segura ni la mujer retratada.

Para cerrar esta muestra, el autorretrato que Eugenio Granell (A Coruña, 1912 – Madrid, 2001) firmó en 1944 es una de esas piezas paradigmáticas del retrato asociado al surrealismo. La profunda carga simbólica que esconde esta obra, con el reloj de arena, el ancla que atraviesa su cabeza decapitada, el ojo alado y ese paisaje estelar que se completa con una cita de Marcel Proust sobre un papel arrugado dan lugar a esa múltiple identidad de Granell, a la idea de uno, ninguno y cien mil.

Junto a esta múltiple identidad, el retrato que Kurt Schnitzer Conrado (Viena, 1908 – Los Angeles, 1972) realizó a Granell en República Dominicana en 1945 termina por difuminar la imagen del artista hasta convertirlo en un espectro, hasta reducirlo a su yo incorpóreo y por lo tanto hasta convertirlo en una idea más que en un sujeto».

El comisario

Ángel Calvo Ulloa (Lalín, 1984) vive y trabaja entre Santiago de Compostela y Lalín (Pontevedra). Licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Santiago de Compostela, estudió el Máster en Arte Contemporáneo: Investigación y creación por la Universidad de Vigo. Como crítico es redactor de Dardo Magazine, A*desk y Dardonews. Como comisario ha desarrollado el proyecto de intervenciones públicas Un disparo de advertencia (Lalín, Pontevedra) en 2011, la exposición individual Natureza! Estás soa? de Álvaro Negro en el Palexco (A Coruña) en 2011, la exposición colectiva Welcome to my loft en el Centro Torrente Ballester de Ferrol en 2012, Wily Forza Ingobernable en el FAC (Santiago de Compostela) en 2013 o Agora!, proyecto de intervenciones en el espacio de las Bodegas Martín Códax (Cambados, Pontevedra) en 2013 y Sssh! del silencio un lenguaje en la Galería Nuble (Santander) en 2013. Ha trabajado como coordinador del proyecto Look Up! Natural Porto Art Show de la ciudad de Oporto en 2010 y durante la temporada 2011-12 ha dirigido el proyecto Espacio Sirvent (Vigo). Actualmente desarrolla los proyectos Diálogos Improbables y, junto con David Barro, Violeta Janeiro, Mónica Maneiro y José Luis Estévez es comisario del proyecto Afluentes: A figuración na arte galega desde os sesenta para la Fundación Novacaixagalicia y el Concello de Ferrol. Es miembro del colectivo OsTres con el que elabora el programa expositivo del Espazo Miramemira (Santiago de Compostela) con el que han comisariado hasta la fecha exposiciones individuales de Damián Ucieda, Ian Waelder y Pedro Magalhães. Recientemente ha sido premiado dentro del programa Inéditos 2014 convocado por La Casa Encendida (Madrid) para realizar un proyecto expositivo que podrá verse a partir de mayo.

Fuente: Ángel Calvo Ulloa

Título de la exposición: Crise de identidade
Sede: Museo Fundación Eugenio Granell
Ciudad: Santiago de Compostela
País: España
Fechas: Del 23 de enero al 23 de marzo del 2014

 
 
 

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