Carlos Bunga interviene la Capella MACBA

En su intervención en la Capella MACBA, Carlos Bunga (Oporto, 1976) parte de dos elementos: la función original del edificio (el culto religioso católico) y los avatares de su entorno, el barrio del Raval y, por extensión, la ciudad de Barcelona. En su primera obra en esta ciudad, el artista confirma su interés por lo urbano, por aquello que liga lo construido con lo vivido. Su inspiración fundamental es el espacio público y aquellos accidentes que lo pueblan.

_AG_8842.1.1

Imagen cortesía del MACBA

Realizadas con cartón, cinta adhesiva y pintura, las intervenciones escultóricas de Bunga arrancan siempre con un estudio meticuloso de las funciones y los usos originales del edificio donde se insertan. Su percepción se distancia de su destino funcional: el uso implica ritual, producción, intervención.

En cierto modo, las obras de Carlos Bunga vienen a problematizar algunos dogmas de la modernidad arquitectónica, especialmente el que se refiere a la función como origen de la forma. Su método se desarrolla en plena construcción y los dibujos o bocetos resultan de la elaboración de la obra, no la preceden.

Aun así, el origen de la obra de Bunga es la pintura, no en su acepción técnica o material, sino desde su naturaleza conceptual. Bunga prolongó la superficie de la pintura fuera del marco y de la pared para buscar en el espacio tridimensional la solución a un límite, a un fin de camino. El artista utiliza materiales industriales para «poner piel» a sus construcciones: una primera capa de cola va a dar consistencia al cartón, que reacciona a la humedad y, a su vez, reacciona al contacto con la pintura. El resultado es producto de los movimientos de expansión y contracción del cartón y los elementos químicos, entre la calidad del producto anónimo y la proyección individuada del sello del autor.

Bunga quiere conectar presente y pasado para recuperar el papel de un espacio fuera de las condiciones, velocidades y ruidos de la ciudad y promover la actitud reflexiva originaria de un templo. El artista está fascinado por todos aquellos actos y acontecimientos que convierten lo individual en común, lo subjetivo en colectivo. Usando la metáfora de la tradición popular catalana de los castells, Bunga plantea asimismo una serie de debates sobre la naturaleza actual del espacio público, sus transformaciones, su declive, su ausencia o su recuperación.

Los castells son una expresión perfecta de arquitectura efímera, sustentada por la fragilidad de cuerpos que actúan entre sí. Como expresión de la necesidad del otro conforman una metáfora social que oscila entre la competición y la celebración, lo festivo.

Esta exposición, organizada y producida por el Museu d’Art Contemporani de Barcelona (MACBA), ha sido comisariada por Bartomeu Marí.

Fuente: MACBA

Exposición: Capella
Sede: Museu d’Art Contemporani de Barcelona
Ciudad: Barcelona
País: España
Fechas: Del 30 de octubre de 2015 al 7 de febrero de 2016

 
 
 

No hay comentarios todavía. ¿Quieres ser el primero en decir algo?

Deja un comentario