Por Ana Ibáñez Mejías
Uno de los artistas participantes en MADRIDFOTO 2012, concretamente dentro del Espacio Latinoamericano y representado por la DOT FIFTYONE GALLERY de Miami, es Jorge Miño (Corrientes, Argentina, 1973), un artista que estudió en los talleres de pintura de Ahuva Szlimowicz y los de fotografía de Alejandro Kuropatwa y Martín Weber.
Jorge Miño junto a su obra en MADRIDFOTO. Fotografía: A.I
A pesar de que su padre fue fotógrafo y arquitecto, el gusto por lo arquitectónico le viene a Miño de la influencia de Francisco Salamone, un arquitecto italoargentino que entre 1936 y 1940 construyó más de 60 edificios en 25 municipios de la Pampa Argentina. Sobre todo, recalca el artista, mataderos, cementerios y municipalidades: “Mi obra no se caracteriza por la impronta documentalista, simplemente me llama la atención la arquitectura de los edificios y la manipulo de forma que transmita otra visión”.
Jorge explica su obra, sobre todo, como un trabajo de postproducción, un largo trabajo de retoques y de impresión tras congelar el lugar deseado. Es conocido como impresión “inkjet”, que produce un efecto de acuarela tras la impresión en papel de algodón.
Miño reconoce que siempre se ha decantado por mostrar los espacios, huyendo en cierta medida de la figura humana, la cual, piensa, a menudo va condicionada por una historia. Él propone “despersonalizar el espacio para que las personas se puedan encontrar en él”. Para el artista es una forma de reinterpretar la realidad, mostrar otros planos, nuevos climas, e incluso reconoce que sus fotos como turista también suelen estar guiadas por el mismo patrón.
De su estancia en España señala la belleza de su arquitectura, concretamente de Madrid y de Bilbao, ciudades que visitó la semana pasada, y de las que destaca el enorme parecido arquitectónico que tienen con Buenos Aires, lo que explica también la inmigración española que llegó al país argentino durante el franquismo.
Asimismo, Miño se inspira para su próximo proyecto en las escaleras mecánicas como elemento simbólico. Esta idea nace en 2007, en el aeropuerto de Heathrow (Londres), y de ahí surge la idea de recopilar imágenes de esas escaleras, como elemento “que une y conexiona lo de abajo con lo de más arriba”.
El artista argentino promueve la idea de desvincular las palabras que sugieran lugares, para provocar una relación única entre obra y espectador que despersonalice y descontextualice cualquier asociación, y de esta manera, poder dejarse seducir por los detalles y lo maravilloso del paisaje.
No hay comentarios todavía. ¿Quieres ser el primero en decir algo?