Eugeni Forcano ha sido galardonado con el Premio Nacional de Fotografía 2012, que concede el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y está dotado con 30.000 euros. El jurado ha reconocido “la extraordinaria calidad de su trabajo, la perdurabilidad de sus imágenes, su larga trayectoria, destacando su capacidad de innovación y experimentación en el lenguaje fotográfico”.
© Eugeni Forcano. Cortesía de Centro Cultural Blanquerna
El jurado ha estado compuesto por Antonio Javier Sánchez Luengo, jefe de área de Exposiciones Temporales de la Secretaría de Estado de Cultura; Juan Ramón Cirici, crítico y profesor titular de Historia del Arte de la Universidad de Cádiz; Lidija Sircelj, directora de Relaciones Institucionales del Círculo de Bellas Artes; Publio López Mondéjar, fotógrafo y fotohistoriador; Rosa Olivares, directora y editora de “EXIT Imagen y cultura” y de “Fluor” y “Exit Books”; Isabel Tajahuerce, delegada del rector para la Igualdad de la Universidad Complutense de Madrid (UCM); y Rafael Sanz Lobato, galardonado con el Premio Nacional de Fotografía el año pasado.
Ha actuado como presidente Jesús Prieto, director general de Bellas Artes y Bienes Culturales y de Archivos y Bibliotecas, y Begoña Torres, subdirectora general de Promoción de las Bellas Artes, como vicepresidenta.
Las imágenes que captó de la Barcelona de los años 60 han pasado a formar parte del patrimonio fotográfico de la ciudad. Cuando los fotógrafos observan una ciudad, acostumbran a buscar la luz, la arquitectura y los hechos que allí acontecen; menos habitual es que busquen a sus gentes. Eugeni Forcano, fotógrafo inclasificable y en constante evolución, retrata precisamente aquello más difícil: la vida y las personas. De entre todos los fotógrafos que han fijado su objetivo en Barcelona, él ha sido uno de los que más interés ha tenido en mostrarla a través de sus ciudadanos y de su forma de ser y proceder, y para ello ha utilizado sus herramientas en la creación de una fotografía humanista que convierte a la persona en el punto central de su reflexión.
Con el paso de los años, sus imágenes se han transformado en documentos que incuestionablemente narran la idiosincrasia de una época. Un mundo en transformación, lleno de contrastes, que el fotógrafo consiguió reflejar en unas imágenes que, casi medio siglo después, continúan manteniendo su fuerza e intensidad. Forcano se ha hecho a él mismo, es un autodidacta que quedó fascinado por la fotografía al darse cuenta de que era un lenguaje privilegiado para pensar y hacer pensar.
Una gran exposición de su obra se pudo ver en el CCBlanquerna de Madrid desde el 7 de marzo al 8 de abril de 2011.
Fuente: Ministerio de Educación, Cultura y Deporte / Centro Cultural Blanquerna
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