El TEA Tenerife Espacio de las Artes inauguró el pasado 18 de abril la exposición ‘Teresa Serrano. Albur de amor’, una muestra que se podrá visitar hasta el 15 de septiembre, de martes a domingo y de 10:00 a 20:00 horas. Se trata de una coproducción con el CAAM (Las Palmas) y ARTIUM (Vitoria) que cuenta con el comisariado de Margarita Aizpuru.

© Tea Tenerife

Esta exposición se concreta en una selección de trabajos audiovisuales de la creadora, efectuada por la comisaria del proyecto, Margarita Aizpuru, para distintos formatos de exhibición, centrados en los discursos estructurados desde perspectivas de género y abordando distintas temáticas sobre las mujeres y sus vidas en las sociedades actuales. Una exposición que engloba unos 14 o 15 vídeos y varias series de fotografías relacionadas con las temáticas audiovisuales.

Teresa Serrano (México DF, 1936)  es una de las artistas más importantes y de trayectoria artística más contundente no sólo en México sino en toda Latinoamérica, traspasando incluso este contexto latinoamericano y exhibiendo sus proyectos tanto en Estados Unidos como en distintos países europeos, en museos y galerías de arte.

Es una artista multi/inter/disciplinar, que trabaja el ámbito creativo de la escultura, el dibujo, las instalaciones, la fotografía o el vídeo, fundamentalmente. Mexicana, vive y trabaja entre México DF y Nueva York, en cada ciudad seis meses al año. Creadora comprometida con las mujeres y su situación en las sociedades actuales y en las distintas culturas, aborda temáticas que en la mayoría de las ocasiones proceden y se refieren a aquellas, a sus vidas, experiencias, hándicaps, problemáticas y vicisitudes en un mundo machista y muchas veces misógino. Trabajando alejada de modas estéticas y tendencias predominantes ha ido fraguando un propio camino personal artístico, ejecutado con sinceridad, coherencia y compromiso consigo misma y con sus planteamientos e intereses.

Estos intereses, con los que ha enfocado su mirada y construido su obra,  están centrados fundamentalmente en el género, en cómo se ejerce el poder y el control sobre los individuos, y en particular sobre las mujeres, a veces de forma muy obvia y violenta y otras más sutil y psicológica; en los problemas existenciales de las mujeres actuales y de estas en relación con la vida pública y la privada,  y en la representación de las mismas en distintos contextos y ámbitos culturales. Y todo ello lo hace desde un minucioso proceso de investigación y observación, con su correspondiente análisis, pero de una forma cálida e irónica, a pesar de un cierto tono conceptualista que se desprende de sus obras.

Tiene en su haber una larga trayectoria artística, como confirman sus numerosos proyectos y obras exhibidas en muestras colectivas e individuales en muy diferentes museos, espacios y galerías de multitud de países de distintos continentes. Entre sus muestras individuales destacaríamos las llevadas a cabo en el John Kohler Art Center de Wisconsin, EEUU, y en diferentes museos y centros de arte como: en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México  o el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, entre otros muchos. O en galerías como la Annina Nosei de Nueva York, la Wenger Gallery en los Angeles, la Nina Menocal y la Galería de Arte Mexicano en México D. F, o la Ramis Barquet en Monterrey. Además ha participado en muy diferentes eventos internacionales como la Bienal de la Habana, la Bienal de Johannesburgo o la Triennale de Milán, así en muy diversos festivales y exposiciones colectivas.

Durante muchos años su trabajo artístico multidisciplinar ha tenido, sin embargo, dos áreas más acentuadas: la escultura y el dibujo, pero desde mediados de los años noventa ha hecho irrupción dentro de su producción, de forma explosiva y muy fuerte, el vídeo, y la fotografía, fundamentalmente derivada de él, de tal forma que, sin obviar las otras áreas creativas mencionadas, con las que continúa creando, si puede decirse que ha dado un fuerte impulso a aquellas dos áreas artísticas.

Y es que Teresa Serrano ha sido cinéfila desde siempre. Conoció y aprendió de Emilio Fernández (El indio), Ismael Rodríguez, los hermanos Gavaldón o Luis Buñuel, entre otras figuras del cine español y mexicano, como ella misma reconoce, afirmando que visitaba los Estudios Churubusco desde que era adolescente, sintiéndose fascinada por ese mundo y por el proceso de realización de películas. De esta época y  de su cinefilia aprendió el lenguaje cinematográfico y su manejo y estructura, algo que puede reconocerse en sus vídeos y fotografías y en la facilidad con la que estructura, compone y ejecuta sus imágenes.

Dentro del territorio del vídeo ha venido trabajando en distintas temáticas específicas que atañen a los seres humanos en general, pero de forma absolutamente mayoritaria a las mujeres, como la tan cotidiana y brutal tragedia de la violencia doméstica, por la cual miles y miles de mujeres son agredidas física y psicológicamente por sus parejas en todo el mundo, sobre cuya trágica temática ha participad en diversos proyectos, como por ejemplo el denominado «Cárcel de amor», dirigido por Berta Sichel, que fue directora del Departamento de Audiovisuales del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía; o la titulada «Formas de violencia», que mostró en el Laboratorio Alameda de México y que integraba varios trabajos audiovisuales suyos desde 1997 hasta el 2001, centrados en la formas mediáticas populares como las telenovelas y el cine que ella retoma para reconstruirlas y subrayar la situación de supeditación en que se encuentran las mujeres en las sociedades contemporáneas.

También ha abordado el control y el acoso que se ejerce sobre las mujeres; las discriminaciones económicas y sociales y el techo de cristal existente; la imposición sociocultural de modelos de belleza femeninos estereotipados; la problemática existencial que sufren las madres solteras jóvenes; las propias obsesiones y miedos femeninos, y en definitiva las supeditaciones y discriminaciones de las mujeres dentro de las sociedades actuales y en las distintas culturas, efectuando unos discursos estéticos enormemente contundentes y corrosivos, pero empleando la ironía, el humor ácido y el sarcasmo, en muchas ocasiones, sin por ello obviar un claro tono poético.

Desde que en 1996 desarrollara su primer vídeo con su propia cámara, «Siempre el pasto del vecino es más verde», con el que participó en la Bienal de la Habana de 1997, contraponiendo las migraciones de las «mariposas monarcas» desde Canadá hasta Michiocán, México, y a la inversa, a las migraciones y éxodos humanos tras las distintas guerras, ha realizado numerosas y estupendas obras audiovisuales, en distintos formatos: videoproyecciones, vídeos para pantallas planas, instalaciones de vídeos para monitores, etc. Habiendo configurado, en las dos últimas décadas, un importante corpus audiovisual, que está siendo ya reconocido en todo el mundo, tanto por el público como por la crítica especializada y por los museos y centros de arte.

Con sus vídeos desarrolla narrativas postmodernas de carácter no lineal que se basan en la cultura popular y los «mass media», como las telenovelas, tan populares y de éxito en América Latina, que deconstruye y reconstruye desde nuevas perspectivas y ópticas muchas veces llenas de críticas corrosivas no exentas de ironía y ácido sentido del humor, y siempre con una cuidada estética y trabajando los aspectos formales de forma específica y cuidada para que funcione al máximo la obra.

Es en base a todo ello que se configura esta exposición individual, la primera que se lleva a cabo en España de esta importante y contundente artista Teresa Serrano, pues sólo hemos visto sus obras en muestras colectivas dentro de nuestro país.

Fuente: TEA

Título de la exposición: «Teresa Serrano. Albur de amor»
Lugar: TEA Espacio de las Artes
Ciudad: Tenerife
País: España
Fechas: Del 18 de abril al 15 de septiembre de 2013