© Linarejos Moreno.

Estas esculturas de base fotográfica registran, a menudo, espacios hoy desaparecidos, pero su función no es únicamente documental, ya que a partir de ellos se crean nuevos significados. Desde Longino se establece una tradición, como indica Tonia Requejo, que “considera la imaginación como una actividad dependiente de la memoria y que continuarían Descartes y Locke. Este último habla de los productos positivos (una sombra, por ejemplo), que tienen un origen negativo (la carencia de luz en este caso). Así la imaginación, de manera equivalente a la sombra, actuaría cuando el objeto esta ausente”.

Esta estrategia ya estaba presente en uno de sus primeros trabajos: Arqueología Industrial Ficticia (Madrid, 1998), donde creó historias falsas a partir de fotografías industriales encontradas, o en Una Casa Con Esquinas (París, 2003), donde realizó el arranque de la superficie mural de su casa-estudio de París, trasladada después a Madrid, creando un trabajo a camino entre la ficción de un espacio doméstico y la arqueología.

En las piezas de Tejiendo los Restos del Naufragio, las enormes arpilleras, de gran vibración pictórica, crean junto a los objetos una escenificación del dolor. Actúan como plañideras, como Viudas de Vivos, por utilizar la magnifica expresión con la que Rosalía de Castro describió a las mujeres que esperaban el regreso de unos maridos que partieron en busca de un futuro mejor.

La preparación artesanal de las arpilleras convierte la fotografía en un material escultórico-pictórico más. El hilo o las medias actúan como expresión escultórica de la línea: con ellos Linarejos proyecta perspectivas, intersecciones, todo un universo arquitectónico con el que construir sobre los «restos», como en los Caprichos de Giovanni Piranesi o las escenografías de Ferdinando Galli Bibbiena. El hierro, en el que se apoyan estos frágiles elementos constructivos, nos remite a la memoria de un mundo industrial desaparecido.

En Tejiendo los Restos del Naufragio el individuo consigue ejercer su derecho a ser, a manifestarse, “habitando” y “permaneciendo” en aquellos espacios que los ciclos económicos se empeñan en hacer desaparecer.

Linarejos Moreno (Madrid, 1974) es investigadora invitada en la Rice University de Houston con una beca Fulbright. En el 2012 cursó el programa de artistas en residencia International Studio and Curatorial Program (ISCP) de Nueva York. Entre sus exposiciones destacan Artifactual Realities, Fotofest 2012, Station Museum, Houston; Idilio, Sueno o Falacia, Centro de Arte Contemporáneo Da2, Salamanca; Arte Emergente Español, CAM, Madrid; y Entre dos mares, Bienal de Valencia. Ha sido galardonada con el premio de fotografía contemporánea Purificación García, el ABC de pintura y fotografía, la beca Iniciarte y la de Casa de Velázquez, entre otros. Su trabajo ha sido adquirido recientemente por la colección de fotografía de MFAH (Houston, Estados Unidos).

Fuente: Galería Pilar Serra