La catástrofe de Fukushima según José María Sicilia

Dos años después de la catástrofe de Fukushima y coincidiendo con la celebración del Año Dual España-Japón, José María Sicilia expone en Matadero Madrid, después de haber pasado por Japón, su propuesta Fukushima, Flores de invierno,  que recoge los sonidos del terromoto y del posterior tsunami que asoló la costa nipona, traducidos visualmente por el propio artista. La exposición podrá verse hasta el 19 de enero de 2014.

Jose María Sicilia, Fukushima

Imagen cortesía de Matadero Madrid.

Dentro del marco del Año Dual España-Japón, que conmemora el 400º aniversario de la embajada conocida con el nombre «Kelichó», enviada por el señor feudal Date Masamune a España, Matadero Madrid  ha querido unirse a las muchas actividades programadas en ambos países con una exposición temporal del artista madrileño José María Sicilia.

Fukushima, Flores de invierno es el último trabajo de este célebre artísta, un proyecto que  toma como punto de partida el terremoto de Japón. Con la ayuda de dos hidrófonos cedidos por la Universidad Politécnica de Cataluña, Sicilia pudo registrar numerosos sonidos colgados en Youtube de diecinueve localidades distintas de Tokohu. Además, él mismo quiso reforzar esta experiencia acudiendo pocos días después al epicentro de la catástrofe. Allí pudo conocer de primera mano los restos devastados de la ciudad y recorrer las ciudades que había podido grabar previamente. Además, realizó un total de diez talleres en las ciudades de Fukushima, Minamisoma y Ofunato en los que, acompañado de psicoterapeutas y profesores, guiaba a grupos de niños a que expresaran artísticamente sus experiencias o recuerdos ligados a ese día.

El resultado del proyecto ha sido la traducción visual por parte del artista de toda aquella banda sonora en formas tridimensionales, formas que a su vez se proyectaron en planos bidimensionales dando lugar a imágenes abstractas que se han impreso sobre cada una de las catorce banderas que conforman la exposición. Para Sicilia «las banderas (sonido del tsumani) hablan de lo efímero […] lo efímero, es lo flotante, lo fluctuante, el espíritu de la ola. Lo efímero no es el tiempo, es una cualidad del tiempo, su vibración». Además, se mostrarán dos pequeñas esculturas que representan, en tres dimensiones, el canto de un pájaro, ya que para él «más muerto que la muerte es el canto de pájaro que viene de desaparecer. La duración del canto del pájaro está hecha de instantes sin duración, su duración es la vida. El canto del pájaro inmoviliza el tiempo. Exprime el éxtasis, nos devuelve la unidad perdida. Este tiempo no transcurre, surge, surgir es salir del ser». Estas esculturas estarán acompañadas de una instalación sonora.

La exposición será, en definitiva, una exploración a través del sonido de  lo imprevisto, un accidente descrito como «lo que sobreviene imprevistamente, en el sistema, en nuestras vidas, lo inesperado, la sorpresa… Sin embargo todo estaba ya ahí. El accidente nos es revelado cada día, oculto hasta que sale a la luz. El accidente está íntimamente unido con el tiempo, con el instante, con la vida. Toda sustancia es materia para el accidente. El tiempo todo lo devora. Somos la imagen de una imagen, un eco. Un instante es el canto de un pájaro. El azar se nos aparece cada vez más y el miedo empieza a ser la pasión de la vida».

Fuente: Matadero Madrid

 

Título de la exposición: Fukushima, Flores de invierno
Lugar: Matadero Madrid
Ciudad: Madrid
País: España
Fechas: del 14 de noviembre de 2013 a 19 de enero de 2014

 
 
 

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