A principios de octubre el prestigioso periódico británico The Guardian dedicó un artículo al artista urbano español Francisco de Pájaro. Desde entonces, su arte urbano, a menudo incomprendido, ha empezado a ser más valorado, ya no solo en Londres, ciudad en la vive, sino también en España, país del que el joven artista ha emigrado «decepcionado y hastiado» tras una infructífera experiencia en Barcelona. Empujado por la crisis, sin la oportunidad de vender las obras que exhibía, no encontró mejor opción que dar a conocer su trabajo en las calles de la capital británica.
© Francisco de Pájaro. Cortesía del artista.
Francisco de Pájaro, de origen extremeño, se formó en Barcelona. Comenzó a pintar sobre la basura porque la consideró el único soporte posible para plasmar su creatividad de forma económica y libre. Según de Pájaro, se trata de un lugar «donde todo está prohibido, salvo poder trabajar por cuatro euros».
© Francisco De Pájaro. Cortesía del artista.
De Pájaro juega con las formas creando monstruos que expresan miedos y angustias personales de manera cómica e ingeniosa, utilizando un lenguaje al mismo tiempo gráfico y burlón. Sus bolsas de basura se extienden en suelos y paredes a través de sus largos brazos, extendidos como pidiendo auxilio.
A través de su lema «Art is Trash» (El arte es basura), De Pájaro expresa su creatividad en los desechos de la sociedad, a través de un sentimiento radicalmente antiestético. «En la basura he descubierto quién soy yo como artista. Me ha dado la libertad de pintar sin descanso», afirma.
© Francisco De Pájaro. Cortesía del artista.
Fuente: Francisco De Pájaro
No hay comentarios todavía. ¿Quieres ser el primero en decir algo?