‘Pliure (Epilogue. La bibliothèque, l’univers)’ es la nueva exposición que alberga la École Nationale Supérieure des Beaux-Arts de París, tras su exhibición en la Foundation Calouste Gulbenkian. La muestra, comisariada por Paulo Pires do Vale, analiza cómo el contenido de los libros puede ser germen de otras formas artísticas, a través de obras del siglo XVI al XXI.
Biblioteca. Imagen cortesía de Fernanda Fragateiro
La exposición Pliure supone un ensayo sobre el libro y la suma infinita de sus posibilidades (Blanchot). Visibiliza el potencial del libro, que está en relación permanente con el gesto artístico, y permite ver de qué manera el arte se transforma en la prueba del libro y el libro en la prueba del arte. En la exposición, el libro se convierte en un labotario de experiencias estéticas y en el canal mismo de sus experiencias. No es un exposición retrospectiva ni histórica, Pliure no pretende abrazar un tema en particular o demostrar una teoría, pero sí busca mostrar cómo el espacio del libro provoca el arte.
El término ‘pliure’ evoca en parte una acción (una función específica de las imprentas antiguas), y por otra parte la marca dejada por esa misma acción y el pliegue que esa acción imprime en el papel. El plegado es memoria y consecuencia de un gesto. Gracias al plegado, el libro se abre o se cierra. Por el plegado, el libro se muestra u oculta. Por él, cualquier cosa puede emerger inesperadamente de la página siguiente. Así, Pliure interroga y expande nuestra concepción tradicional del libro y de la obra, con la certeza de que, como bien dijo Mallarmé, «No hay explosión sino la del libro».
El encuentro reúne una cuarentena de obras que van desde el siglo XVI hasta el XXI y cuenta con esculturas, instalaciones, pinturas, libros únicos y otros de producción industrial, artistas consagrados y emergentes de distintas nacionalidades, entre los que destaca el epañol Ignasi Aballí, junto a la artista portuguesa Fernanda Fragateiro.
Ignasi Aballí (Barcelona, 1958) traza las huellas esquivas que deja el paso del tiempo en obras que emplean un abanico ecléctico de materiales no convencionales como polvo, corrosión, recortes de periódicos, jirones de billetes de banco o líquido corrector de máquina de escribir. La delicada poesía visual que de ellos emerge está bañada en un sentido obsesivo, pero no sentimental, de lo fugaz y lo efímero. La obra de Aballí incluye piezas basadas en el lenguaje, esculturas de orientación conceptual, pintura, fotografía y vídeo. A lo largo de su carrera, la obra de Aballí se ha caracterizado por continuos y renovados cambios de estilo, formato y material. Sin embargo pueden encontrarse determinadas inquietudes regulares en el curso de su obra, como la obsolescencia y la ausencia, así como numerosas variantes y corolarios, como la desaparición, la transparencia, la invisibilidad y la ilegibilidad. Como resultado, al incorporar el vacío como un agente activo, la obra de Aballí busca sugerir más que declarar, a la vez que muestra que algo distinto de la ausencia yace tras la ausencia de pruebas.
Fuente: Escuela Nacional Superior de Bellas Artes de París
Exposición: Pliure, Epilogue
Sede: Palacio de Bellas Artes
Ciudad: París
País: Francia
Fecha: Del 10 de abril al 7 de junio de 2015
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