El joven bailarín Gonzalo Preciado Azanza se suma a la selecta lista de bailarines extranjeros que formaron y forman parte de las compañías de la Escuela Rusa del Ballet Clásico. Lo hará con el Ballet Nacional de Letonia, que fue fundado en 1922 y es considerado como uno de los tres mejores ballets de la entonces Unión Soviética, después del Bolshoi y el Mariinsky.
Imagen cortesía de Gonzalo Preciado Azanza
La compañía, también llamada Riga, está formada en su mayoría por bailarines graduados en su propia escuela, The Riga Choreography School, donde se han formado grandes estrellas del ballet ruso como Mikhail Barisnikhov, Alexander Godunov o Maris Liepa.
Hoy el repertorio del Latvian National Ballet está basado en las «perlas» del ballet clásico: Giselle, El Lago de los Cisnes, Cascanueces, Don Quijote o La Bayadère, además de producciones clásicas de coreógrafos contemporáneos que se han convertido en los preferidos de las audiencias – como Copelia, La Fuente de Bakhchisaray, el ballet Anna Karenina del famoso coreógrafo Boris Eifman, Mesias del argentino Mauricio Wainrot’s u Otelo del ruso Alla Sigalova’s que enriquece el repertorio con elementos de la danza moderna y muestra la facilidad con que sus bailarines se adaptan al ballet contemporáneo
Gonzalo Preciado Azanza (Zaragoza, 1994), comenzó su formación de ballet a los 7 años, por recomendación médica ya que sufría de pies planos y valgos. A los 8 años es aceptado en el Conservatorio Municipal Profesional de Danza de Zaragoza. Con solo 10 años interpretó el papel de Fritz en El cascanueces de Chaikovski con el Ballet de Zaragoza en diciembre de 2004 en el Teatro Principal, último montaje de la compañía zaragozana. Esta fecha es recordada por el bailarín como el «triste aniversario» de la desaparición de una institución que protagonizó momentos brillantes y era el reflejo de «una tierra de buenos bailarines y maestros».
Cuando con 16 años cursaba el bachillerato nocturno en el instituto Goya, y pensaba en conseguir una media alta para estudiar Física, fue aceptado en el English National Ballet School de Londres. En 2011 su vida cambió de rumbo, al ser aceptado por el prestigioso English National Ballet School. Fue becado con la Dance and Drama Award y en 2012 le concedieron la beca de ampliación de estudios artísticos de la DPZ. Se graduó en 2014, obteniendo el Level 6 in Proffesional Dance por el Trinity College London.
Hoy leemos el titular de una entrevista que le hicieron en el Heraldo de Aragón hace pocos días y en la que manifiesta: «Sueño con que las cosas mejorarán y podré bailar profesionalmente en mi país». Eso nos gustaría a todos los españoles. Mientras tanto, que siga triunfando en el mundo entero, se lo merece.
Fuente: The Latvian National Ballet / Gonzalo Preciado Azanza
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